jueves, 30 de diciembre de 2010

Una lágrima de oro

Perdonadme que rememore un pasado no muy lejano. Recuerdo como estaba acostado sobre el duro asfalto con el único colchón de una bandera rojigualda. Las lágrimas recorren mi mejilla destiñiendo sobre mi piel los colores amarillo y rojo. El corazón todavía me late acelerado. Estaba en un bar cualquiera de una noche cualquiera de verano sino hubiese sido porque esa jornada pasará a la historia de España escrita con letras de oro. Era 11 de julio de 2010 y España se convertía por primera vez en Campeona de Mundo de Fútbol.
Como había venido repitiendo durante todo el campeonato, horas antes del encuentro ya estaba ataviado con la zamarra azul de la selección, un sombrero indio con plumas -claro esta amarillas y rojas- y una rojigualda pintada en cada mejilla. El lugar escogido, la cafetería Nova. La compañía (aunque faltó alguien), mis amigos. La final se acercaba y el bullicio iba en aumento. Yo, una persona normalmente habladora, ya estaba sumido en un silencio sepulcral. El nerviosismo se apoderó de todo llenándolo de incertidumbre. Una incertidumbre que, con el pitido inicial de Howar Webb, se disparó hasta la extenuación. Los minutos se sucedían entre los lamentos por las ocasiones falladas y la incredulidad por la dureza holandesa. Pasaron los noventa minutos reglamentarios con el cero a cero brillando con virulencia en el marcador. Entonces no pude más. No podía ver el resto del partido. El camino de la calle a la pantalla lo repetí decenas de ocasiones. No podía ser verdad, no. La balanza de lo justo debía de decantarse por España. Entonces llegó el minuto 118. Fernando Torres la cuelga, Cesc recoje el rebote y ve a Iniesta desmarcado. Como bien define el manchego fue un instante "en el que se paró el tiempo y eramos el balón y yo". Pues bien, con un derechazo sublime, el balón acarició la red. Con el gol solté un grito casi ahogado en el llanto. Quise seguir gritando pero no pude. El resto ya lo conocemos todos.

Es la historia de España. Un pedazo de historia de todos.


p.d: Esta reflexión viene a colación del magnífico documental de Informe Eobinson sobre el Mundial que acabo de visionar.

1 comentario:

  1. Si canvies el color de la bandera i l'equip... m'has descrit vegent al València guanyar la Champions!!! AMUNT!

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