martes, 16 de noviembre de 2010

Germanor


La temporada 97/98 el Vila Real conseguía ascender a la Primera División del fútbol español con Fernando Roig como máximo responsable de la difícil hazaña. Rodeado de unas personas, como Llaneza o Fernando Roig Jr., cuya filosofía ha creado una fábrica de jóvenes valores con el fútbol base como principal apuesta, un pueblo de apenas 50.000 habitantes se ha asentado en la máxima categoría del fútbol español con un crecimiento espectacular.

Además de la industria de la porcelana, la empresa Mercadona y alguna ayuda política que otra, hay que sumarle los favores del entonces “hermano mayor”, el Valencia CF, plasmados con las cesiones de futbolistas como Palop, Albelda o Angulo que ayudaron al submarino a ir haciéndose un hueco en la élite.

Ésta meteórica proyección del Vila Real ha sido proporcional al declive del Valencia CF. Después de la época dorada y mientras en el club de la Plana se trabajaba sin descanso para asentarse en Primera, los valencianistas vivían de los éxitos del pasado. Fue en la última Liga conquistada pos los che cuando se empezó a fracturar esta 'germanor' con la llegada de Jorge López, hasta entonces jugador emblema del Vila Real. Fernando Roig devolvió la jugada con el fichaje, y posterior venta, de Ayala y la negativa de traspasar al uruguayo Diego Forlán, deseado por los valencianistas.

Juan Soler, entonces máximo accionista del Valencia, llegó a afirmar cuando dejó el club que “lo peor” que había percibido durante sus años como presidente era “la envidia de los que no admiten ni admitirán que el Valencia sea el primer equipo de la Comunitat Valenciana".

En el terreno deportivo, las relaciones se empezaron a torcer después de un discutido penalty que clasificó al Valencia para la final de la UEFA y dejó a los amarillos en el camino. El buen papel en Europa del submarino, culminado con una injusta eliminación en semifinales de Champions, sumado a los malos resultados cosechados en las últimas temporadas en el feudo amarillo, han cambiado la imagen simpática a los ojos de la afición valencianista que ve peligrar la hegemonía futbolística en la Comunitat. Valencia y Vila Real dejan de ser hermanas.

El traspaso este verano de todo un referente del valencianismo como Carlos Marchena al submarino y la guerra en el reparto de los presupuestos televisivos donde el Valencia ha apoyado al Madrid y Barcelona han sido los últimos puntos de fricción entre ambas entidades. A ello hay que sumarle la llegada a la presidencia de un Manuel Llorente que ha tenido sus más y sus menos con la familia Roig en su anterior paso por el Pamesa Valencia.

Con todo esto llega el derbi el próximo fin de semana con los dos equipos en la parte alta de la tabla y a tan sólo 3 puntos de distancia. El Valencia deberá reafirmar el buen inicio liguero y ahuyentar los fantasmas surgidos en las últimas jornadas sobre un cada vez más cuestionado Unai Emery, mientras que el Vila Real deberá confirmar que realmente es una alternativa de peso a Real Madrid y Barcelona. No hay lugar para la 'germanor'.

4 comentarios:

  1. Te haces un blog y no me dices nada?? que poca vergüenza... ajaja está genial tío, te seguiré como has hecho tú con el mío. Un abrazo.

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  3. q pasa javier! aquí andamos con nuevo blog para una movida de clase!! así me gusta que nos sigas, me pasaré por el tuyo q hace tiempo q no te leo!! suerte para el clásico!!

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