domingo, 14 de noviembre de 2010

El fútbol de los ricos

Asientos acolchados con reposavasos, una cristalera que te aisla del resto de los 'mortales' y del frio de la capital en noviembre, televisiones, cuatro azafatas y dos chefs para dieciocho personas; cervecas, sandwiches, jamón serrano, patatas con beicon y queso, croquetas, fajitas de cangrejo, pollo asado con salsa de frambuesa y así un largo etcétera de 'necesarios' elementos que hacen de un palco VIP un realidad paralela de un mundo muy muy lejano. Se echa de menos la presión del estadio, el bullicio de las gradas pero la verdad es que el fútbol tras el cristal se ve con mejores ojos. Pierdes la intensidad de la polémica (que se rompe con las repeticiones que te ofrecen las dos televisiones LED) pero ganas en una comodidad difícil de encontrar en un asiento de plástico entre pipas, empujones y vecinos incómodos.

Por eso, lo siento por mí pero es lo que hay....tengo trauma posPalco.

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