lunes, 3 de enero de 2011

Die Welle

Durante un proyecto semanal, el profesor Rainer Wenger enseña a los estudiantes de su clase el tema de la autocracia como forma de gobierno. Los estudiantes se muestran escépticos ante la idea de que se pudiera volver  a instaurar una dictadura en la Alemania de actual y creen que ya no hay peligro de que el nacionalsocialismo vuelva a hacerse con el poder, porque a pesar de haber pasado décadas, las nuevas políticas y tecnologías arbitrarían el proceso de un mandato nuevo autocrático. El profesor decide empezar un experimento con sus alumnos para demostrar lo fácil que es manipular a las masas.
Según el director de la película “La Ola” es posible, con la ayuda de un líder autocrático, que el nacionalismo vuelva a hacerse con el poder como sucedió en Alemania en la época de Hitler. Tal como se ha hecho con el experimento, según mi opinión, a pesar de que pudiera haber gente que aceptase la autocracia sin darse cuenta siempre quedarían personas con ideas diferentes y que lucharían contra aquello que suponga una amenaza para la sociedad, por lo tanto es muy difícil aunque se hayan hecho experimentos que vuelva  a pasar el nacionalismo autocrático.
La película representa muchos aspectos de lo que está ocurriendo en estos días con los movimientos de masas y de lo que de estos surge: la influencia de unos pocos en el resto y con qué facilidad se adaptan y adoptan sus distintas ideologías y costumbres para pertenecer a un grupo.
            Las personas somos relación por lo que nuestras emociones y por tanto nuestras actitudes están muy determinadas por el ámbito social en el que nos movemos. A pesar de que la persona tenga sus propias características por un contexto social, puede potenciarlas o mantenerlas dormidas, todo depende de cómo y con quien se relacione.
            Por lo que respecta a la comunicación, el profesor utiliza una de las funciones primarias en este aspecto: el control. Consigue tanto con el lenguaje como con el lenguaje no verbal el dominio del grupo. El grupo se implica totalmente al descubrir una parte muy positiva de sí mismos, ven acrecentada su autoestima.
            Evidentemente, a pesar de es una película basada en un hecho real, no deja de ser ficción pareciendo un poco exagerado lo que sucede y en cierta manera poco creíble mostrándonos una vertiente muy real llevada al extremo.
            En mi opinión creo que sería difícil que se pudiese dar un caso similar en un contexto como el nuestro, donde todos parecen bastante acomodados, sin aparentes problemas económicos. Hoy día, hay muchos jóvenes así, sin grandes problemas económicos, y que a pesar de algunos no tienen unos vínculos afectivos sólidos, no creo que se dejasen manipular de esta manera tan extrema.
            Queda claro que las personas ven determinadas dependiendo de cómo se ha desarrollado su infancia, de los vínculos afectivos que han establecido y de su contexto y que, en el ámbito educativo, los lazos que se hacen son decisivos. Es decir, no es el mismo tratar con niños, adultos o, en el caso del film, adolescentes que son vulnerables a los sentimientos y a las emociones.


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