Educación y deporte

Uno de los principales objetivos de la formación en valores en el deporte debe consistir en educar a las actuales y venideras generaciones como constructores de la sociedad en la que van a desempeñar diferentes funciones y en la que en pocos años van a tener que estar preparados para tomar nuestro relevo generacional.

Este tipo de actividad física deportiva se realiza y organiza fuera del horario lectivo, es decir, sirve como actividad complementaria de una gran trascendencia en el desarrollo y formación del joven.

Uno de los principios en los que se basa el deporte base consiste en fomentar valores que les permita a cada uno de los individuos ser constructores activos de su identidad. Estas conductas se interiorizarán y se coinvertirán en convicciones personales que se reflejarán en su conducta diaria.

Muchos son los valores que se imitan de la sociedad en la que vivimos y que utilizan el deporte como vehículo de unión con los más pequeños. El primero de ellos es el compañerismo. Con ello disminuyen las actitudes agresivas obteniendo un respeto tanto a los chavales de otras razas o condiciones como a los contrarios o al árbitro.

Otra de las conductas que primero se transmiten a los niños es el de la disciplina ya que, tanto en el deporte como en la vida, hay que trabajar duro para cumplir los objetivos marcados y aprender a realizar una serie de sacrificios. Esto les lleva a crecer en responsabilidad y a rechazar prácticas que pueden ser perjudiciales para ellos, adquiriendo una serie de hábitos saludables.

Además, con el deporte se aprende a reconocer y respetar las diferencias y limitaciones de los demás, se aprende a competir, a obtener victorias y a aceptar las derrotas, cosa que hará madurar a los chavales y los preparará para futuras experiencias de su vida.

Podemos hacer del deporte base un espacio de convivencia pacífica, de participación activa y consciente del joven, donde se logren edificar relaciones solidarias y en donde las situaciones de conflicto se manejen constructivamente al existir reglas claras y precisas compartidas por todos y de un mismo cumplimiento para todos.

Por todo ello, se está reclamando una mayor atención para la educación física y el deporte en los planes educativos y formativos, puesto que, tal como se viene demostrando, son espacios especialmente apropiados para instaurar en niños y jóvenes los estilos de vida activos y saludables.