En los últimos días hemos visto como la mayoría de espacios informativos dedicaban muchos minutos y muchas páginas informando del anuncio del posible cierre del bar de Manolo 'el del bombo'. La llegada de la Ley antitabaco y la ordenanza municipal que prohíbe tener los televisores de los bares hacia la calle para ofrecer imágenes en las terrazas serían los culpables.
Este es uno de los casos por el que el periodismo español ha caído en la superficialidad ya que ninguno de estos medios atendió al fondo de la noticia: que este señor y sus colegas han incumplido hasta ahora una norma que lleva vigente desde principios de 2009, y aquí no pasaba nada.
Pero no solo eso. Si los periodistas hubieran puesto el mínimo interés en atender las declaraciones del concejal de seguridad ciudadana del Ayuntamiento de Valencia, Miguel Domínguez, habrían escuchado salir de su boca que la policía local tenía la orden expresa de recordar a los hosteleros que estaban "cometiendo una ilegalidad", pero también la de "no multarles".
Parece que el Ayuntamiento de Valencia ha aprovechado el tirón mediático de la Ley antitabaco para hacer cumplir de una vez esta ordenanza sin la repercusión que hubiera tenido en otra época.
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